La situación que atraviesa el Centro de Medicina Física y Rehabilitación (CEMEFIR) en San Justo pone en evidencia la vulnerabilidad de las instituciones dedicadas a la salud pública y la rehabilitación integral, especialmente aquellas que operan con servicios gratuitos para personas con discapacidad.
Desde su fundación en 1956, CEMEFIR ha sido un pilar fundamental para los habitantes de La Matanza, proporcionando atención interdisciplinaria con un enfoque humano y accesible. El posible remate judicial del inmueble y el consecuente cierre del centro generaría un impacto significativo, no solo en los trabajadores, sino especialmente en los pacientes que dependen de sus servicios.
El cierre de la institución representaría la pérdida de un espacio único en el Distrito que integra profesionales como kinesiólogos, fonoaudiólogos, terapistas ocupacionales, psicólogos, psicopedagogos y trabajadores sociales. Este equipo no solo ofrece tratamientos especializados, sino que también construye un sentido de pertenencia y confianza con los pacientes, factores esenciales en los procesos de rehabilitación.
Frente a esta problemática, sería crucial visibilizar la situación de CEMEFIR para buscar soluciones que permitan garantizar la continuidad de su labor. Esto podría implicar la intervención de las autoridades locales y provinciales, la generación de fondos específicos o la movilización de la comunidad en defensa de un servicio que resulta indispensable para tantas personas. La preservación de espacios como este no solo asegura tratamientos médicos, sino también derechos fundamentales como la salud y la inclusión social.