Un informe elaborado por la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ), el Observatorio Villero de La Poderosa, el Instituto de Investigaciones Gino Germani (UBA) y la Fundación TEMAS expuso las condiciones críticas que atraviesan miles de familias en nueve barrios populares de Argentina.
El estudio, que incluyó a más de 5.000 personas de 1.485 hogares en seis provincias, reveló altos niveles de informalidad en el acceso a servicios, graves riesgos ambientales y viviendas en malas condiciones.
Según los datos, cerca del 90% de las familias vive en zonas con alto riesgo ambiental, con presencia de plagas, basurales o cercanía a cursos de agua contaminados. Además, el 63% de las viviendas está conectada de manera irregular a la red eléctrica, lo que expone a sus habitantes a incendios y pérdidas materiales.
Viviendas deterioradas y hacinamiento
El índice CALMAT, que mide la calidad de materiales y aislamiento térmico, muestra que apenas el 15% de las viviendas alcanza una calidad suficiente. El 81% presenta calidad parcialmente insuficiente y el 4% directamente deficiencia constructiva.
Barrios como Virgen Desatanudos, en Agronomía, y el Barrio Múgica reflejan estos problemas con altos porcentajes de viviendas en condiciones precarias. La mitad de los hogares relevados sufre grietas, filtraciones o goteras, y entre el 20% y el 45% no cuenta con elementos básicos como lavamanos o agua caliente en el baño.
En la Villa 21-24-Zavaleta, más del 50% de las viviendas presenta filtraciones en contacto con instalaciones eléctricas, lo que supone un riesgo mayor para la seguridad de sus habitantes.