El proyecto de Presupuesto 2026 que el Gobierno de Javier Milei envió al Congreso deja a la educación argentina en su punto más crítico de la última década. Según el texto, la función “Educación y Cultura” representa apenas el 0,75 % del PBI, la proporción más baja en al menos diez años.
En 2015, la inversión nacional en educación había alcanzado el 1,59 % del PBI. Desde entonces, los números muestran una caída constante: 0,86 % en 2024, 0,73 % en 2025 y una leve recuperación nominal en 2026 que no compensa la pérdida real frente a la inflación.
El proyecto también elimina el artículo 9 de la Ley de Educación Nacional, que establecía un piso del 6 % del PBI para el financiamiento educativo conjunto entre Nación y provincias. Así, la inversión en el sector dependerá de decisiones discrecionales año a año.
Aunque la Secretaría de Educación registra un aumento nominal del 17,9 % en su partida presupuestaria, el alza equivale a solo un 3,6 % real si se considera la inflación oficial estimada. Además, la participación del área dentro de la función “Educación y Cultura” cae del 85 % al 81,7 %, profundizando el ajuste en un sector clave para el desarrollo del país.

