El Gobierno promulgó la Ley Nacional de Cuidados Paliativos, sancionada por la Cámara de Diputados el pasado 5 de julio, que asegura prestaciones integrales a los pacientes con patologías degenerativas y el acompañamiento a sus familias.
Según los objetivos de esta ley, se deberá “desarrollar una estrategia de atención interdisciplinaria centrada en la persona que atienda las necesidades físicas, psíquicas, sociales y espirituales de los pacientes que padecen enfermedades amenazantes y/o limitantes para la vida”.
También insta a “promover el acceso a las terapias tanto farmacológicas como no farmacológicas disponibles, basadas en la evidencia científica y aprobadas en el país para la atención paliativa”, como así también incentivar “la formación profesional de grado y posgrado, la educación continua y la investigación en cuidados paliativos”.
El programa tiene como principales objetivos aliviar el dolor y otros síntomas angustiantes en pacientes, integrando los aspectos psicológicos, emocionales y espirituales en los cuidados. Además, el proyecto se enfoca en afirmar la vida, «sin intentar acelerar ni retrasar la muerte», considerándola un proceso normal.