Argentina registra un aumento sostenido de los casos de sífilis y las autoridades sanitarias encendieron las alarmas por el impacto en adolescentes y jóvenes adultos. Según el último Boletín Epidemiológico, en 2024 se confirmaron 36.917 diagnósticos y 2025 mantiene la misma tendencia: en las primeras 44 semanas ya se notificaron 36.702 contagios. Esto representa un incremento del 38,5% respecto de 2022.
Tres de cada cuatro nuevas infecciones corresponden a personas menores de 40 años. La enfermedad avanza en todo el país, aunque la región Centro —especialmente Córdoba y Buenos Aires— concentra la mayor cantidad de casos. La Patagonia, en tanto, presenta las tasas más altas, con picos en Neuquén, Tierra del Fuego y La Pampa. También se verificaron subas sostenidas en el Norte y Cuyo.
Frente a este escenario, el Colegio de Médicos bonaerense alertó sobre un “riesgo inminente para la salud pública” por el repunte de infecciones como sífilis, gonorrea y VIH.
El ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, señaló que el incremento no se explica solo desde lo sanitario, sino también por fallas en la prevención, el autocuidado y desigualdades sociales que dificultan el acceso temprano al sistema de salud. En sectores populares, la consulta se retrasa por barreras de acceso; en sectores medios, preocupa la baja percepción de riesgo y el uso irregular de métodos de protección.
El informe oficial indica que la mayoría de los contagios se da entre los 15 y los 39 años, con un pico entre los 20 y los 24. La falta de campañas sostenidas, el menor uso del preservativo, los diagnósticos tardíos y la caída en la distribución de insumos preventivos conformaron un escenario propicio para que una enfermedad prevenible como la sífilis alcance niveles récord en el país.