Un informe pericial incorporado a la causa judicial determinó que el cabo de Gendarmería Héctor Jesús Guerrero no respetó el protocolo de uso de las pistolas lanzagases en el operativo del 12 de marzo, cuando resultó gravemente herido el fotógrafo Pablo Grillo frente al Congreso.
La pericia, realizada por la División Balística de la Policía de la Ciudad con participación de todas las partes, descartó que el disparo se hubiera efectuado en los ángulos permitidos y confirmó que el cartucho impactó en Grillo de manera irregular. Según el informe, si Guerrero hubiera seguido el manual, el proyectil no lo habría alcanzado.
El CELS, querellante en el expediente, recordó que desde el inicio del caso hubo controversia sobre el uso correcto de estas armas, mientras que la entonces ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, defendió al gendarme asegurando que había actuado “como indican los manuales”. La prueba, sin embargo, contradijo esa versión.
La jueza María Servini citó a Guerrero a declaración indagatoria para el 17 de septiembre, en el marco de la investigación por las lesiones sufridas por Grillo durante la represión.