El expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, deberá cumplir una serie de restricciones impuestas este viernes por la Justicia en el marco de la investigación por su presunta participación en un intento de golpe de Estado.
La medida fue dictada por Alexandre de Moraes, magistrado del Supremo Tribunal Federal (STF), quien ordenó que Bolsonaro lleve una tobillera electrónica, tenga prohibido el uso de redes sociales, no pueda comunicarse con otros imputados ni con diplomáticos extranjeros y cumpla un toque de queda domiciliario entre las 19 y las 7 horas.
El fallo se conoció en paralelo a un operativo de la Policía Federal en Brasilia, que incluyó allanamientos en el domicilio del exmandatario y en sedes relacionadas con su partido político. Bolsonaro se presentó voluntariamente en la sede de la fuerza durante la mañana.
De acuerdo con la Procuraduría General de la República (PGR), entre 2021 y 2023 el exmandatario habría encabezado un núcleo político y militar que planificó una estrategia para desconocer los resultados de las elecciones y mantenerse en el poder. Las acusaciones señalan que ese plan incluyó la difusión de noticias falsas sobre fraude electoral, la búsqueda de apoyo en las Fuerzas Armadas, la redacción de borradores para decretar el estado de sitio e incluso la propuesta de detener a magistrados del STF.
La resolución judicial supone un paso decisivo en una causa de alta tensión institucional y política, que podría tener repercusiones en toda la región.