La planta que la empresa alimenticia Molinos Río de la Plata posee en el partido bonaerense de Esteban Echeverría atraviesa un conflicto gremial tras la decisión de la compañía de implementar despidos y recortes salariales. Según denunciaron trabajadores y delegados gremiales, el ajuste fue comunicado de manera informal a principios de mayo y ratificado oficialmente el pasado miércoles 21, pese al rechazo del sindicato.
La firma, una de las principales del sector y perteneciente al Grupo Pérez Companc —cuarta fortuna del país según el ranking Forbes—, habría atribuido las medidas a una caída en las ventas. Sin embargo, desde la Comisión Interna sostienen que se trata de una estrategia para aumentar la producción con menos personal, en un contexto que consideran adverso para los derechos laborales.
“Quieren producir lo mismo con menos gente, y eso se va a traducir en hambre para las familias de los despedidos y en un deterioro de la salud de quienes sigan trabajando”, advirtió Luciano Greco, delegado gremial de la planta, que actualmente cuenta con unos 200 empleados.
Los operarios denuncian también la eliminación de adicionales salariales contemplados en el convenio colectivo de trabajo. Desde el gremio advirtieron que están dispuestos a defender los puestos de trabajo y las condiciones laborales, y no descartan la realización de medidas de fuerza en los próximos días.