El Gobierno de Javier Milei destacó la significativa reducción de la pobreza en Argentina, tras la publicación de los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Sin embargo, expertos advierten sobre los criterios utilizados para su medición y la persistencia de dificultades económicas en amplios sectores de la población.
Según el informe oficial difundido este lunes, la tasa de pobreza cayó al 38,1% en el segundo semestre de 2024. Esto representa una disminución de 14,8 puntos porcentuales respecto al primer semestre del año, cuando el índice alcanzó el 52,9%, la cifra más alta desde 2003. Además, la nueva medición refleja una baja de 3,6 puntos en comparación con el cierre de 2023.
En paralelo, la tasa de indigencia también experimentó una caída significativa, ubicándose en el 8,2% en la segunda mitad del año. Esto supone una reducción de 9,9 puntos en relación con el semestre anterior y de 3,7 puntos en la comparación interanual.
Desde el oficialismo celebraron los datos como un logro de las políticas económicas implementadas en los últimos meses. No obstante, economistas y especialistas en temas sociales advierten que la caída en la pobreza podría responder a factores coyunturales y cuestionan la metodología utilizada en la medición. Además, señalan que, pese a la mejora en los indicadores, la situación social sigue siendo crítica para millones de argentinos.