La bajante del río Paraná continúa su bajada histórica y los niveles de altura del agua son críticos. El pronóstico no es alentador para los próximos meses según informó el Instituto Nacional del Agua.
Ante este escenario, el Gobierno decretó la emergencia hídrica por 180 días en la cuenca del río Paraná. El Decreto alcanza a las provincias de Formosa, Chaco, Corrientes, Santa Fe, Entre Ríos, Misiones y Buenos Aires, sobre las márgenes de los ríos Paraná, Paraguay e Iguazú.
La normativa argumenta que los ríos presentan eventuales afectaciones sobre el abastecimiento del agua potable, la navegación y las operaciones de puerto, la generación de energía hidroeléctrica y las actividades económicas vinculadas a la explotación de la cuenca hídrica.
Además, ordena la coordinación de diversos organismos para monitorear y gestionar los riesgos y mitigar sus posibles consecuencias. Por otra parte, el Gobierno encomendó a los distintos ministerios y organismos nacionales que adopten las medidas conducentes, en el ámbito de sus competencias, a los fines de afrontar el “Estado de Emergencia Hídrica”.