La polémica generada por el uso de la denominación «Falklands» en lugar de «Islas Malvinas» en un comunicado oficial del Gobierno Nacional ha suscitado críticas y reacciones en diversos sectores. El hecho de que en dicho comunicado, relacionado con la reanudación de negociaciones sobre el Tercer Plan del Proyecto Humanitario, se emplearan ambas denominaciones —»Falklands» y «Malvinas»— en referencia al archipiélago en disputa ha sido interpretado como un desliz diplomático.
Este incidente se agrava debido a la sensibilidad del tema en Argentina, ya que el país reclama su soberanía sobre las islas, mientras que el Reino Unido, bajo la denominación «Falklands», ejerce control sobre el territorio desde el conflicto de 1982. El uso de «Falklands» en un comunicado oficial podría ser percibido como un reconocimiento implícito a la postura británica, lo que en Argentina genera tensiones políticas.
El comunicado fue retirado rápidamente del sitio web oficial, y fuentes del gobierno libertario calificaron el hecho como un «error grosero», buscando minimizar el impacto. La administración de Javier Milei, particularmente en el ámbito de las relaciones exteriores, ha sido objeto de escrutinio, y este tipo de deslices puede complicar la percepción pública y diplomática sobre la postura del gobierno respecto a la soberanía de las Malvinas.