En una sorpresiva e intensa sesión, el Senado de la Nación rechazó anoche el proyecto de ley conocido como Ficha Limpia, que prohibía postularse a cargos electivos nacionales a personas condenadas en segunda instancia por delitos de corrupción. La votación terminó 36 a 35, y como se trataba de una reforma electoral, la iniciativa requería de 37 votos afirmativos, es decir, mayoría absoluta.
El resultado encendió la polémica, ya que horas antes se daba por descontado que la norma sería aprobada. El giro inesperado de los senadores Sonia Rojas Decut y Carlos Arce, representantes de Misiones y vinculados al ex gobernador Carlos Rovira, fue determinante. Ambos legisladores habían anticipado públicamente su apoyo al proyecto, pero finalmente se alinearon con los 33 senadores del bloque kirchnerista y votaron en contra.
El proyecto no podrá volver a ser tratado hasta el 1° de marzo de 2026, cuando se inicie un nuevo período legislativo. Mientras tanto, la votación dejó al descubierto tensiones políticas y especulaciones sobre futuras candidaturas, ya que de haberse aprobado, hubiera impedido, por ejemplo, una eventual postulación de Cristina Fernández de Kirchner.
Desde distintos sectores, se multiplicaron las críticas al cambio de posición de los senadores misioneros, a quienes acusan de haber operado en favor de la impunidad. El episodio reavivó el debate sobre la transparencia en la política y dejó una fuerte señal sobre las disputas internas en el Congreso.