El Gobierno finalizó el proyecto de Reforma Laboral y lo enviará al Congreso en los próximos días. El texto fue elaborado por el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado y ya circula entre las autoridades del Ejecutivo y del Parlamento, en línea con el cronograma de sesiones extraordinarias previsto entre diciembre y febrero.
La iniciativa incluye cambios en la ultraactividad de los convenios colectivos, la relación entre acuerdos sectoriales, aspectos fiscales vinculados al empleo, financiamiento de sindicatos y cámaras, y regulaciones sobre trabajo individual, autónomo y derechos colectivos, además de criterios sobre democracia sindical.
Según Noticias Argentinas, el cierre del articulado llegó tras una reunión del Consejo de Mayo en la que la CGT expresó su rechazo. El titular de la UOCRA, Gerardo Martínez, advirtió: “No nos vamos a quedar de brazos cruzados”. A pesar de las objeciones, el Gobierno no incorporó cambios propuestos por la central obrera.
Del lado empresario, la Unión Industrial Argentina, a través de su presidente Martín Rappallini, reclamó “endurecer” el contenido de la norma.
Con la redacción concluida, la Casa Rosada comenzó a buscar respaldo político: el vocero presidencial, Manuel Adorni, y el ministro Guillermo Santilli dialogan con gobernadores sobre la postura de cada provincia, mientras que Patricia Bullrich y Martín Menem articulan apoyos en el Senado y en Diputados para avanzar con el tratamiento legislativo.

