Hijos La Matanza, rindió homenaje al militante desaparecido Juan Carlos Díaz, chupado junto a su esposa Aideé Roldán, de su casa del barrio la Borgward, en Isidro Casanova, el 11 de octubre de 1977, por los cobardes genocidas.
Se colocó una baldosa en la puerta de lo que fue la fábrica de tanques de fibrocemento Monofort, donde trabajó y militó el Oso. Estuvieron presentes sus hijas y nietos, compañeros de trabajo, del sindicato, otros Hijos, y otros organismos, como la APDH La Matanza.
Fue circulando el micrófono, entre lágrimas y bronca, porque en sí la fecha moviliza. Porque les quitaron a sus padres, por la falta de momentos, de recuerdos, por el respeto y la transformación en orgullo que llegó con la comprensión de un compromiso de vida, de la lucha por una sociedad justa.
A raiz de la desaparición de Juan Carlos y Aideé, quedaron a cargo de la familia los abuelos, Carmen y Fernando -en aquel entonces ya jubilado-, que tuvieron que lidiar con el dolor de que les quitaran a su hija y a su yerno y, a la vez, salir a trabajar para hacerse cargo de la crianza de sus cuatro nietos: Daniel, Patricia, Gustavo y Clarisa, de apenas dos meses.
Durante el acto circuló el micrófono entre los compañeros y los organismos, había mucho por decir. Llegó el momento de las HIJAS, que militan en HIJOS La Matanza. Es imposible imaginar estar en ese lugar. Es inevitable la piel de gallina. En su construcción del relato, aparece el padre aparte del gran compañero, el luchador por los derechos de los trabajadores.
El Oso, fue parte de la Comisión Directiva del Sindicato de Trabajadores del Fibrocemento, y de la Coordinadora Interfábricas, participó en importantes huelgas y manifestaciones obreras. Aunque se reconocía peronista, en la fábrica representaba al Frente Antiimperialista por el Socialismo -F.A.S.-, espacio político legal del Partido Revolucionario de los Trabajadores -P.R.T.- de Mario Roberto Santucho.
Falta juzgar milicos, a la cúpula eclesiástica y a los colaboradores civiles que marcaron a los trabajadores que defendían sus derechos. La baldosa no repara pero siembra Memoria, busca Verdad y Justicia, deja algo en los que entrarán a trabajar allí o pasarán por la vereda de esta fábrica de San Justo, hoy con otro nombre y otros dueños.
Juan Carlos Díaz y Aideé Roldán PRESENTES!! Juan Carlos Díaz y Aideé Roldán PRESENTES!! Juan Carlos Díaz y Aideé Roldán PRESENTES!!