Las intensas tormentas que azotaron el norte de la provincia de Buenos Aires durante el fin de semana provocaron graves inundaciones en varios distritos, siendo Zárate la ciudad más afectada. También experimentaron severos daños localidades vecinas como Rojas, San Antonio de Areco, y partes del conurbano bonaerense. Mientras la situación comienza a mejorar, la reconstrucción aún será un desafío.
Desde el gobierno provincial informaron que “el agua comenzó a bajar en todos los sectores”, y que los vecinos de las áreas más afectadas empezaron a regresar a sus hogares. No obstante, el balance sigue siendo preocupante: según el último informe oficial, divulgado el domingo por la mañana, aún quedan 2.938 evacuados en 21 municipios.
Las precipitaciones, que ocurrieron entre el 15 y el 18 de mayo, superaron ampliamente los registros habituales, en el marco de un alerta emitido por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN). En tan solo cuatro días, se registraron 209 milímetros (mm) de lluvia en Merlo, 183 mm en Junín, 111 mm en Las Flores y 139 mm en La Plata, entre otros municipios donde las lluvias superaron los 100 mm.
A pesar de que las lluvias cesaron, los efectos de la tormenta siguen siendo visibles, y las autoridades locales trabajan para garantizar el regreso seguro de los evacuados y asegurar los servicios básicos a las zonas afectadas.