En una jornada cargada de tensión social y sindical, jubilados y gremios nucleados en la Confederación General del Trabajo (CGT) se movilizaron esta tarde frente al Congreso Nacional, en el marco de la tradicional marcha de los miércoles en defensa del sistema previsional. La protesta cobró especial relevancia al contar con la participación activa de las dos centrales de la CTA, en la antesala del paro general de 36 horas convocado por el movimiento obrero.
La movilización, que se realiza semanalmente, tuvo esta vez un fuerte respaldo sindical y político. Héctor Daer, uno de los principales referentes de la CGT, estuvo presente en la manifestación y, en declaraciones a la prensa, anunció su decisión de retirarse de la conducción de la central obrera. Además, cuestionó duramente la política económica del Gobierno.
«Lo único que le cierra a este modelo económico es la caída de los ingresos», afirmó Daer, quien también justificó la convocatoria a la huelga general al señalar que «se empezaron a dar las condiciones para la movilización».
La protesta fue pacífica y se desarrolló bajo un fuerte operativo de seguridad. Voceros sindicales aseguraron que las manifestaciones continuarán mientras no haya respuestas concretas por parte del Ejecutivo a los reclamos del sector pasivo y los trabajadores activos.