La confirmación de los primeros casos de influenza A H3N2, subclado variante K, en Sudamérica encendió las alertas sanitarias en la región. Bolivia, Perú y Colombia ya reportaron contagios, mientras los ministerios de Salud refuerzan la vigilancia epidemiológica ante un virus que muestra una alta capacidad de transmisión y que, en el hemisferio norte, está generando una fuerte presión sobre los sistemas sanitarios.
Se trata de una variante de la gripe estacional, pero su comportamiento durante el actual invierno en Europa y otras regiones del mundo funciona como una señal de advertencia. Autoridades sanitarias y organismos internacionales coinciden en que la experiencia europea puede anticipar escenarios similares en Sudamérica si no se intensifican las medidas de prevención y control.
Casos confirmados en la región
Bolivia fue el primer país sudamericano en confirmar oficialmente la circulación de la variante K. En la ciudad de Cochabamba, el Servicio Departamental de Salud informó varios casos positivos de gripe A H3N2, todos vinculados a un mismo grupo familiar con antecedentes de viaje internacional. Las personas afectadas permanecen en aislamiento domiciliario y bajo seguimiento médico.
En Perú, el Ministerio de Salud confirmó la detección de la variante en Lima y en algunas regiones del norte del país. Según los reportes oficiales, los pacientes cursaron cuadros leves, aunque las autoridades reforzaron los controles en aeropuertos y centros de atención primaria ante la posibilidad de circulación comunitaria.
Colombia también notificó contagios en Bogotá y Medellín. El Instituto Nacional de Salud indicó que la variante se encuentra bajo monitoreo genómico permanente y que, si bien no se observa un aumento en la letalidad, sí se registra una mayor velocidad de propagación en comparación con otras cepas de influenza estacional.
Síntomas y comportamiento del virus
La influenza A H3N2 variante K provoca síntomas similares a los de la gripe común: fiebre alta, dolores musculares, cefalea, congestión nasal, tos persistente y malestar general. En personas mayores, pacientes con enfermedades crónicas, embarazadas y niños pequeños, el cuadro puede derivar en complicaciones respiratorias como neumonía o bronquitis.
Especialistas señalan que las mutaciones presentes en esta variante facilitan el contagio, lo que explica la rápida expansión observada en Europa, aunque no necesariamente implican una mayor gravedad de la enfermedad.
Vacunación y medidas de prevención
De acuerdo con organismos internacionales de salud, las vacunas antigripales actualizadas para la temporada incluyen cepas del tipo H3N2, lo que reduce de manera significativa el riesgo de cuadros graves y hospitalizaciones. Por ese motivo, las autoridades sanitarias de la región reiteraron la importancia de completar los esquemas de vacunación, especialmente en los grupos de riesgo.
También se recomienda reforzar las medidas de prevención habituales: lavado frecuente de manos, ventilación de ambientes cerrados, uso de barbijo en caso de síntomas respiratorios y evitar el contacto estrecho con personas infectadas.
Alerta sanitaria y seguimiento epidemiológico
Aunque no se trata de un virus nuevo, la llegada de la variante K a Sudamérica genera preocupación en pleno invierno, una época propicia para la circulación de enfermedades respiratorias. Los ministerios de Salud coincidieron en la necesidad de fortalecer la detección temprana, el seguimiento epidemiológico y la comunicación preventiva para minimizar el impacto en los sistemas de salud.
Las autoridades no descartan un aumento de casos en las próximas semanas y recomendaron a la población consultar de manera temprana ante la aparición de síntomas compatibles con gripe, evitando la automedicación y siguiendo las indicaciones médicas.

