El anuncio de la restitución de la identidad de la nieta 139 por parte de las Abuelas de Plaza de Mayo representa un paso más en la lucha por la memoria, la verdad y la justicia en Argentina. Este logro, que llega tras décadas de trabajo incansable por parte del organismo, no solo significa un reencuentro familiar, sino también una reparación histórica para las víctimas de la dictadura cívico-militar que marcó el país entre 1976 y 1983.
La restitución de la identidad de esta nieta, hija de Noemí Beatriz Macedo y Daniel Alfredo Inama, ambos desaparecidos desde noviembre de 1977, es una muestra más de la importancia de la búsqueda sistemática y colectiva por parte de Abuelas. Este anuncio se suma al reciente caso del nieto 138, recuperado menos de un mes antes, demostrando que la labor de estas mujeres sigue dando frutos, incluso casi cinco décadas después de los crímenes.
El evento convocado en el Espacio Memoria y Derechos Humanos (Ex ESMA) subraya el compromiso con mantener viva la memoria y garantizar que las historias de las víctimas y sus familias no queden en el olvido. Este espacio, convertido en símbolo de lucha y resistencia, se erige como un testimonio de las atrocidades cometidas y del valor de la resiliencia colectiva.
Cada restitución es un recordatorio del impacto del terrorismo de Estado y de la importancia de seguir buscando justicia, verdad y reparación. La restitución de la identidad de los hijos apropiados durante la dictadura no solo permite cerrar heridas familiares, sino también fortalecer los lazos de una sociedad que se reconstruye sobre los pilares de los derechos humanos.