En el segundo día del paro del gremio aceitero, más de 10 mil camiones están varados en los principales puertos de exportación. La medida afecta la liquidación de divisas por parte de un sector clave de la economía, provocando un costo superior al millón de dólares diario y dejando a unos 20 barcos en espera de carga en las terminales.
La Cámara de la Industria Aceitera y el Centro Exportadores de Cereales (CIARA-CEC) criticaron la «ausencia de diálogo» por parte de los gremios que impulsan la protesta. Los sindicatos, por su parte, consideran que la huelga es legítima y argumentan que la medida de fuerza «comenzó después de tres semanas de reuniones sin acuerdo».
Según los aceiteros, los referentes empresariales «no hicieron otra cosa que dilatar el diálogo porque ellos tienen tiempo, nosotros no». Los sindicatos afirman que la industria ya ha hecho un «gran esfuerzo», acumulando un 77% de aumento salarial mientras que la inflación ha llegado al 79% en lo que va del año. Además, han ofrecido un 12% de aumento ahora y otro 5% en septiembre, lo que llevaría a un aumento del 94% acumulado al noveno mes de 2024, superando la inflación.
La cámara empresarial indica que no hay razones objetivas para rechazar esa propuesta y que se pueda seguir trabajando. Sin embargo, desde la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina (FTCIODyARA) y el Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros (SOEA) San Lorenzo, rechazan la propuesta empresarial.
«Las cámaras patronales CIARA, CIAVEC y CARBIO y las empresas que las componen tomaron la decisión de hacer pagar a las trabajadoras y trabajadores aceiteros por la devaluación que le vienen pidiendo al Gobierno», denuncian los sindicatos.