Tras las lluvias del anterior fin de semana, el lunes comenzó el día en el Archivo General de la Nación (AGN) con una recorrida por los depósitos en la sede de Alem 246. Preocupaba que pudieran haber ocurrido filtraciones, como ya había pasado alguna vez. Pero el panorama que encontró el personal del Departamento Documentos Fotográficos fue mucho peor. Un sector del subsuelo estaba completamente inundado. Más de 1500 cajas con fotografías de alto valor documental, bajo el agua.
No tenía que ver con las lluvias, sino con “un ingreso de agua producto de la vandalización de la red de agua corriente, específicamente el robo del medidor instalado en la vereda del inmueble”, según confirmó el Ministerio del Interior, del que depende el AGN. “Durante los días siguientes se procedió al bombeo del agua y al salvataje de la documentación afectada. El organismo y el ministerio movilizaron insumos y personal de múltiples áreas para la realización de las tareas necesarias, que continúan desarrollándose hasta el día de hoy”, indicaron el viernes.
Un informe interno que recibió el director, Emilio Perina, señala que el AGN dispone de guardia policial a cargo de la seguridad edilicia: “Esto se podría haber evitado si se cumpliera con las rondas de vigilancia que se deben realizar durante los fines de semana”. La notificación formal se elevó a las diez de la mañana de ese lunes. Pasadas las 17, aún no se había logrado desagotar el agua del depósito.
El patrimonio en riesgo –distribuido en más de 1500 cajas con cientos de fotos y negativos cada una- incluye archivos en papel, vidrio y plástico. Algunos de los fondos que quedaron sumergidos tienen material del antiguo diario Crítica, de YPF y de Agua y Energía. También hay fotos del fondo Witcomb, uno de los bancos de imágenes más antiguos del país. Lleva el nombre del fotógrafo inglés Alexander Witcomb, quien se instaló en la Argentina en 1869 y desde entonces la retrató.