El Supremo Tribunal Federal de Brasil decidió por unanimidad abrir una acción penal contra el expresidente Jair Bolsonaro y siete exfuncionarios de su gobierno, acusados de intentar desconocer los resultados de las elecciones de 2022 y justificar una intervención militar para mantenerse en el poder.
La decisión del máximo tribunal se basó en las pruebas presentadas por la Procuraduría General de la República, que señala la participación activa de Bolsonaro en la elaboración de un plan golpista. Según la investigación, el exmandatario promovió la narrativa de fraude electoral y buscó apoyo de las Fuerzas Armadas para ejecutar medidas de excepción.
El magistrado Alexandre de Moraes sostuvo que existen «indicios razonables» y «materialidad» en las acusaciones. «Tuvimos un intento de golpe de Estado violentísimo (…) una violencia salvaje, con petición de intervención militar», afirmó. Además, destacó que la conspiración no se concretó debido a la resistencia de los comandantes del Ejército y la Fuerza Aérea.
Este proceso judicial contra Bolsonaro se suma a otras investigaciones en su contra, incluidas las relacionadas con la manipulación de datos sobre la pandemia y la falsificación de documentos. De ser hallado culpable, el expresidente podría enfrentar penas severas, incluyendo la inhabilitación política y prisión.
El caso representa un hito en la historia política de Brasil y podría redefinir el futuro de la extrema derecha en el país, a medida que la Justicia avanza en la rendición de cuentas por los hechos ocurridos tras las elecciones de 2022.