En el marco de la investigación por la desaparición seguida de muerte de Facundo Astudillo Castro, la jueza Gabriela Marrón aceptó el pedido de inhibición presentado por el fiscal interino de la Fiscalía Federal N° 1 de Bahía Blanca, Santiago Ulpiano Martínez, que fue, además, el primer fiscal de la causa.
En su planteo, presentado en febrero, el fiscal dijo sentirse «violentado moralmente», por lo que, consideró, se le debía permitir apartarse de la causa.
Además, esgrimió la «pérdida de confianza infundada e injusta» en su labor y en la del personal a su cargo «por parte de las querellas. «Ha sido una constante a lo largo del proceso, cubriendo con un manto de sospecha, muchas de las medidas que se tomaron», señaló.
A su vez, mencionó las denuncias en su contra en la Procuración General de la Nación y organismos internacionales, junto a «manifestaciones injuriantes dentro y fuera del proceso donde se lo calificó profesional y personalmente», y las «discrepancias para consensuar criterios de actuación» con Andrés Heim y Horacio Azzolín, los dos fiscales que se sumaron al caso en julio pasado.
De hecho, los fiscales también habían presentado un pedido para apartar a la jueza Marrón, planteo que aún se encuentra en estudio.