La destitución de Analía Calero como directora nacional en el INDEC ha generado interés debido a su papel clave en la medición del Índice de Precios al Consumidor (IPC), un indicador fundamental para evaluar la inflación en Argentina. Aunque el organismo justificó el desplazamiento por «cuestiones operativas y formas de trabajo», se trata de una decisión sensible en un momento en que se están implementando cambios en el sistema de medición de la inflación.
El director del INDEC, Marco Lavagna, ha subrayado la necesidad de manejar con cuidado estos cambios, destacando que el organismo se encuentra en las etapas finales de prueba del nuevo sistema. Sin embargo, la salida de Calero, quien supervisaba varias áreas importantes, revela tensiones internas, como las diferencias de criterio entre Lavagna y Calero sobre la elaboración del IPC. Lavagna había expresado preocupaciones sobre el ritmo de avance en la medición, lo que habría contribuido a esta decisión.
Este movimiento dentro del INDEC llega en un contexto económico complicado para Argentina, donde el control de la inflación es una prioridad central, y cualquier cambio en la metodología de medición puede tener implicaciones importantes en la percepción y gestión de las políticas públicas.