El Gobierno de Javier Milei ha anunciado la privatización de Belgrano Cargas, una empresa ferroviaria clave en el transporte de mercancías en Argentina. Este anuncio marca un cambio importante en la gestión de la infraestructura ferroviaria, que había sido nacionalizada durante el mandato de Cristina Kirchner en 2013, alegando irregularidades en su concesión cuando estaba en manos del Grupo Macri.
Belgrano Cargas fue creada como una empresa estatal que fusionaba tres de las líneas ferroviarias más importantes del país: la Línea Belgrano, la Línea San Martín y la Línea Urquiza. En total, estas tres líneas operan a lo largo de 7.600 kilómetros de vías que conectan principalmente el norte de Argentina con los puertos en el centro y litoral del país. Su red ferroviaria abarca 16 provincias: CABA, Buenos Aires, Córdoba, Entre Ríos, Corrientes, Misiones, Chaco, Santa Fe, Santiago del Estero, Tucumán, Salta, Jujuy, Mendoza, San Juan, San Luis y Catamarca.
Este paso hacia la privatización plantea un giro significativo en la política de transporte, que podría tener implicancias en la conectividad de las provincias, el costo y la eficiencia del transporte de mercancías, y el papel del sector privado en la infraestructura crítica del país.