El Gobierno nacional ha decidido eliminar un conjunto de programas y estructuras destinados a fomentar el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas (PYMEs), en el marco de una política de desregulación impulsada por la gestión de Javier Milei. La medida, oficializada a través del Decreto 339/24, busca eliminar lo que el Ejecutivo considera iniciativas “ineficientes, discrecionales y estériles” que, lejos de promover el crecimiento de las PYMEs, distorsionaban los precios y limitaban la competencia en el mercado.
Según lo establecido en el decreto, esta decisión se fundamenta en el Decreto 70/23, que establece las bases normativas del modelo económico impulsado por la actual administración. El objetivo, aseguran desde el Gobierno, es fomentar un sistema económico basado en “decisiones libres, adoptadas en un ámbito de libre concurrencia”, que permitiría una mayor transparencia y competitividad.
Federico Sturzenegger, Ministro de Desregulación y Transformación del Estado, defendió la medida a través de sus redes sociales. El funcionario afirmó que la eliminación de estos programas contribuiría a un mercado más transparente y menos regulado, lo que también beneficiaría a las propias PYMEs.
Sturzenegger citó al economista y productor pyme Javier González Fraga, quien había señalado que las regulaciones anteriores eran comparables a las de la empresa Mastellone, es decir, “imposibles de cumplir” para un pequeño productor. El Ministro explicó que estas normativas generaban múltiples obstáculos para los empresarios, como impuestos laborales elevados, restricciones al crédito bancario y una “inseguridad jurídica” que dificultaba el desarrollo del sector.
Con esta medida, el Gobierno reafirma su compromiso con una economía de menor intervención estatal, en la que las PYMEs puedan crecer en un ambiente de mayor libertad económica y menos barreras burocráticas.