El gobierno de la provincia de Buenos Aires manifestó su intención de asumir la operación de los trenes que la administración nacional decidió suspender. La medida surge tras la confirmación de Trenes Argentinos sobre la interrupción del servicio que une General Guido con Divisadero de Pinamar, luego de un descarrilamiento y en el marco de un proceso de desguace del sistema ferroviario.
El ministro de Transporte bonaerense, Martín Marinucci, expresó su preocupación ante la situación: «No queremos ver cómo se desmantela lo que tanto costó recuperar y no podemos permitir que nuestros pueblos queden aislados». En este sentido, el funcionario adelantó que el gobierno provincial solicitó a las autoridades nacionales la transferencia del material rodante y las vías para garantizar la continuidad del servicio bajo gestión bonaerense.
El anuncio se da en paralelo a la discusión de un proyecto de ley en la Legislatura provincial que busca crear la Operadora Ferroviaria de la Provincia. Marinucci, dirigente del Frente Renovador, se reunió esta semana con el senador provincial Pedro Borgini para dialogar sobre la iniciativa, a la que calificó como «clave para modernizar, reordenar y fomentar el transporte ferroviario».
Desde la administración bonaerense insisten en que el ferrocarril es un medio fundamental para la conectividad de los municipios del interior y sostienen que su mantenimiento y expansión deben ser prioridad en la agenda del transporte público.