La declaración se presentó ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU para que el país bolivariano «ponga fin a la ola de represión contra opositores políticos y manifestantes».
La misma fue leída ante el Consejo de Naciones Unidas por la ministra de Relaciones Exteriores de nuestro país, Diana Mondino.
Entre los países que son parte del pedido aparecen Argentina, Chile, Ecuador, Guatemala, Paraguay, Panamá, Perú, República Dominicana, Uruguay, España, Portugal, Italia, Francia, Alemania, Estados Unidos, Australia, Reino Unido, Japón y Canadá.
«Bajo la excusa de la incitación al odio o bajo la legislación antiterrorista, se persigue, detiene y priva de libertad a personas que buscan ejercer sus derechos políticos y su legítimo derecho a la protesta pacífica», señala el comunicado.
En ese sentido, el texto lamenta la decisión de las autoridades venezolanas de suspender la cooperación con la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos (lo que tuvo como efecto la expulsión del país de sus trabajadores en Venezuela el pasado mes de febrero) y reclamó que se reanude esta relación.
Por su parte, el ex candidato presidencial de la oposición venezolana Edmundo González Urrutia aseguró que seguirá trabajando para hacer «respetar la voluntad popular» y reclamó a la comunidad internacional «redoblar esfuerzos» por la libertad en el país caribeño.